No, así no se soluciona el problema de los recortes en las comisarías

La actualidad vuelve a determinar el tema de esta entrada. Llevamos una racha en la que la Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos, concretamente su ámbito jurídico-judicial, ha tomado cierto protagonismo en prensa y redes sociales aunque las razones de dicha visibilidad sean algo más que cuestionables...
Si habéis seguido este blog durante las últimas semanas, habréis podido ver que distintos grupos de investigación y personalidades importantes dentro de este campo de estudio luchaban (y luchan) por un cambio inminente en los servicios de traducción e interpretación en juzgados y policía. Si echáis un vistazo al link anterior y al propio debate generado en el mismo, podréis ver las numerosas críticas que se hacen hacia la falta de profesionalización de esta disciplina y de este ámbito, en particular.

En mi opinión, esta forma de reivindicar y de hacer público el panorama que envuelve la TISP es buenísima, es un paso importante hacia el reconocimiento de esta especialidad así que he podido ser feliz disfrutando de esta maravillosa iniciativa hasta que apareció esta noticia y se me fue la felicidad de sopetón.

Su título ya de primeras hace un resumen bastante completo del contenido de la misma "Comisarías de Policía desatienden a denunciantes que no hablan español". Hoy no voy a hablar de los recortes porque ya lo hice en el momento en que se hicieron públicos y estaba la mar de enfadada, sin embargo, sí que quiero hablar/criticar las soluciones que se han propuesto para paliar la situación creada por esos recortes.

Para ello, copio y pego dos párrafos de la noticia mencionada líneas más arriba que me resultan especialmente llamativos: "Mientras en España, un agente de las Fuerzas de Seguridad del Estado no está en la obligación de conocer un segundo idioma, asociaciones de Turismo como el Skal, de unos ochenta socios veteranos en la hostelería, el negocio de los viajes y el turismo ya están aportando ideas en colaboración con algunos inspectores de este cuerpo para trasladar su preocupación y la necesidad de poner en marcha actuaciones que normalicen el trato con los visitantes. «En unas recientes jornadas hemos planteado la posibilidad de que estudiantes de la Escuela de Idiomas o de Turismo, así como socios, muchos de ellos antiguos directores de hoteles de este colectivo, puedan aportar sus conocimientos y se pongan en contacto con la Policía para ver la manera de ofrecernos», detalló José María Callejón, presidente de esta asociación".

No sé qué reacción habréis tenido vosotros al leer estas frases, yo la verdad es que he tenido varias: escalofríos, inflamación de la vena del cuello, depresión repentina, malos pensamientos... En fin, lejos de todo este malestar que me producen tales palabras me pregunto, ¿alguien piensa en las repercusiones que pueden tener soluciones como estas?

Y no puedo evitar hacer unas OBSERVACIONES:
1. Traducir e interpretar no consiste únicamente en conocer dos idiomas (me parece increíble tener que insistir en esto todavía).
2. El ámbito jurídico-judicial es además un ámbito extremadamente complejo para el que se requiere una formación al respecto: terminología, conocimientos del Derecho, de códigos deontológicos y de las culturas con las que se trabaja, fraseología, uso de herramientas especializadas, etc.
3. La situaciones de traducción/interpretación en este ámbito requieren un trabajo competente al 100%, sin lugar a errores puesto que las consecuencias de los mismos podrían ser fatales.
4. Existe un profesional, el traductor/intérprete, que ejerce este trabajo por lo que no tiene ningún sentido reemplazarlo (¿acaso a alguien se le ha ocurrido trabajar como médico voluntario ante los recortes del personal sanitario?)
5. Traducir/interpretar es una profesión como la copa de un pino y, por tanto, una forma de ganarse la vida al igual que lo hace un abogado, un fontanero, un arquitecto, etc. Así pues, uno debe cobrar siempre por ello haya crisis o no la haya.
6. "Ayudar" siempre es algo bonito pero, ¿cómo ayuda uno si no está preparado para ello? Las personas extranjeras que acuden a una comisaría no buscan ayuda para salir del paso, sino a un verdadero profesional que les asista correctamente durante todo el proceso en el que se vean implicados.
7. Estas iniciativas aunque parezcan tener un carácter temporal, no lo tendrían en un futuro ya que, ¿cómo reivindicar de nuevo el papel de traductor/intérprete cuando termine la crisis si durante todo un periodo de tiempo se ha demostrado que cualquiera puede desarrollar ese trabajo y encima gratuitamente?

No hagamos locuras, por favor, y pensemos siempre en las consecuencias de cada acto porque estas, en concreto, serían monumentales...

4 comentarios:

  1. Se puede decir más alto, pero no más claro: todo acto tiene una consecuencia lógica (y hay que responsabilizarse de la misma).

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    1. Es que si no lo decimos... ¡ya sí que estaríamos perdidos del todo!

      Muchas gracias por tu comentario. Un saludo, compañero.

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  2. Una entrada muy interesante.

    Lo que está claro es que es una vergüenza que, en una ciudad como Alicante, en pleno mes de julio, un ciudadano francés no pueda denunciar el robo de una cartera, o que un visitante de un país extracomunitario no pueda pedir una prolongación del visado de turista por problemas de comunicación.

    Y, además de ser una vergüenza, es algo que afecta muy negativamente y de manera directa a la llegada de turistas extranjeros a nuestro país. Pierden totalmente la confianza y la sensación de seguridad.

    Es increíble el modo en que se ha recortado (o segado, diría yo) el servicio de interpretación en las comisarías. Ni siquiera se han molestado en llegar a un acuerdo con los intérpretes. Se nos está dando a entender que el servicio de interpretación en las comisarías era un lujo de los buenos tiempos. Y me temo que no es así.

    La idea de recurrir a los estudiantes de las EEOOII, aunque no deja de ser bonita, como tú bien decías, roza el insulto hacia los cientos de licenciados en Traducción e Interpretación que buscan trabajo como locos. En lugar de eso, y si realmente la situación exige un verdadero recorte, deberían crearse programas de prácticas para estudiantes de interpretación con formación en el campo jurídico-judicial, formación que puede adquirirse perfectamente a través de los planes de estudio de nuestras universidades y las prácticas en empresa.

    Gente preparada hay, pero hay que buscarla. No creo que las EEOOII o las aulas de Turismo, a priori, sean el lugar más acertado para hacerlo en este caso.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo, David. Me ha encantado el uso que le has dado a la palabra "lujo", va perfectamente con las absurdas creencias sobre este tema que muy pocos conocen (y aún más pocos lo conocen bien).

      Muchas gracias por tu aportación. Un saludo y espero que sigas participando en alguna entrada más :)

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