El Proyecto de Tesis Doctoral: los comienzos nunca fueron fáciles



Toda la vida queriendo hacer una Tesis y cuando es el momento de matricularme para hacerla, oigo hablar por primera vez del Proyecto de Tesis Doctoral. Este Proyecto es una pequeña memoria del trabajo de investigación que uno pretende llevar a cabo. En el caso del Doctorado en Lenguas Modernas, Literatura y Traducción de la Universidad de Alcalá (que es el mío), este proyecto se tiene que desarrollar siguiendo una serie de apartados: (1) tema del proyecto de investigación, (2) revisión de los conocimientos, (3) hipótesis de trabajo y objetivos y (4) material y método de estudios. Una vez elaborado hay que presentarlo en el Departamento correspondiente y esperar a que la Comisión de responsables lo apruebe (y ya puedes matricularte en el Doctorado) o no lo apruebe (y ya puedes armarte de paciencia y  volverlo a intentar las veces que haga falta con las correcciones pertinentes).

La verdad es que este proceso tiene su buena lógica aunque yo pensaba que todo era mucho más sencillo: alumno quiere Doctorado, se matricula en el programa que elija, paga, le preguntan el tema, le orientan si es necesario y empieza a trabajar en él. Yo me quedaba tan tranquila con este pensamiento porque al fin y al cabo, una vez matriculada ya estaba dentro, ¿no? Pues no, en la vida real hay que ganarse lo de estar dentro y trabajar duro en el proyecto para conseguirlo

Sí, hay que trabajar duro por mucho que a primera vista la memoria no os parezca excesivamente complicada. No os engañéis por el número de apartados (pocos) ni por el nombre que tienen (muy básico) porque el misterio del Proyecto está en tener claro de qué va tu investigación y en hacer que las personas que van a “avalarla” lo tengan claro también y eso no es fácil. Cuando te quieres dar cuenta ya has puesto nombre a tu futura Tesis, ya te has marcado unos objetivos con ella, ya has citado a los autores cuyas obras leerás durante al menos dos años y ¡ya estás en marcha! Así de rápido y así de importantes son las decisiones que empiezas a tomar con tu Proyecto porque el Proyecto (aunque tenga solo seis-siete páginas) es vital para todo lo que viene después.

Aparte de todos estos párrafos que os he soltado hoy, me gustaría daros algunos consejos sobre esta etapa para que si algún día decidís vivirla, podáis hacerlo con unos conocimientos previos:

- Elegid el programa de Doctorado adecuado a la línea de investigación que vais a seguir:  yo, por ejemplo, he elegido el de la UAH porque tiene una línea de investigación en Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos que se corresponde con el tema de investigación que pretendo desarrollar.

- Aprovechad el máster para conocer bien a vuestros posibles directores y codirectores de Tesis: todo es más fácil si ya tenéis una ligera idea de quién te puede llevar la Tesis y de quién os la quiere llevar. Ese contacto podría ayudaros incluso con la etapa previa, el Proyecto, y eso es una gran suerte. 

- No comparéis el Trabajo Fin de Máster con el Proyecto de Tesis Doctoral: no tienen absolutamente nada que ver. Una cosa es la idea que tuviérais para aprobar una asignatura y otra la que os servirá para ganaros el título de Doctor/Doctora. Esto significa que quizá tengáis que modificar un poco el tema del TFM para adaptarlo al de una Tesis con su línea de investigación correspondiente.

- Aceptad las correcciones y recomendaciones de vuestros posibles directores y codirectores de Tesis: lo hacen simplemente con la intención de que el Proyecto sea aprobado. Ellos saben del tema así que su criterio vale.

- Agobiaos estrictamente lo necesario: os va a tocar enfrentaros a un nuevo formato con el que no estáis familiarizados por el momento, pero ya lo estaréis.

Y el último consejo, y más importante para mí, lo voy a utilizar para cerrar esta entrada: empezad con fuerza esa nueva etapa de vuestras vidas siendo conscientes de que los comienzos nunca fueron fáciles…

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