¿Por qué no quieres ser mi amigo?

Tranquilos, el tema del día no es cómo convencer a alguien de que os acepte la petición de amistad que le habéis mandado a Facebook. La cosa hoy va sobre la interprofesionalidad en los Servicios Públicos.

Los traductores e intérpretes estamos hartos de oír lo importante que es el trabajo en equipo dentro de nuestra profesión, de hecho, cada universidad tiene contratado por defecto a un profesor que predica tal pensamiento. Por eso, estamos acostumbrados a hacer trabajos en grupo sin caer en la tentación de matar al compañero cuando la "lía parda". Luego salimos al mercado laboral y también cae algún proyecto de esos a tres: traductor-revisor-project manager pero lo afrontamos bien porque nos han preparado para ello. Hasta aquí todo bien, sin asesinatos de por medio. No obstante, la cosa se complica algo más cuando un traductor o intérprete se pone a trabajar en los Servicios Públicos y forma equipo con otros profesionales que nada tienen que ver con la Traducción o la Interpretación...

Esto da un poco de más susto, ¿no? A fin de cuentas entre compañeros de profesión es más fácil entenderse. Te puedes enfadar con otro traductor porque se le olvidó una simple coma en el texto meta y este lo entenderá e incluso se sentirá culpable toda la semana por ello. En un caso así, probablemente un profesional de otro sector te responda con: "buah!", "¡qué más da!" o "vaya tontería" y tome a broma tu comportamiento y a ti por loco... Lo que vengo a decir con este ejemplo es que es muy necesario que las dos partes adopten determinadas actitudes que los ayuden a interactuar (en condiciones, claro).

Salir de nuestro "gueto" de traductores/intérpretes no es tarea sencilla pero trabajar para los Servicios Públicos requiere precisamente ese esfuerzo. Los traductores o intérpretes en los Servicios Públicos trabajan con enfermeros, médicos, policías, guardias civiles, jueces, abogados, secretarios, profesores, etc. Vamos, con profesionales muy distintos a los que hay que adaptarse para realizar un trabajo competente. Esta interprofesionalidad debe fundamentarse en los siguientes pilares:
- La confianza
- El respeto
- La comunicación
- El compañerismo
- La paciencia
- La empatía
- La flexibilidad
- La tolerancia

Sin estos ocho pilares no podemos hacer na'. Estas son las conclusiones que he sacado del poco tiempo que llevo haciendo prácticas para distintos Servicios Públicos. Hubo un día que me sentí como una "intrusa" y no me gustó nada esa sensación, me cabreé muchísimo y me entraron ganas de saltarme los ocho pilares en un momento. Desde entonces, "cambié el chip" y ahora intento pensar que es simplemente cuestión de "aprender juntos" a "trabajar juntos".

Sí sí, trabajar con otros profesionales en vivo y en directo es una experiencia distinta a la que estamos acostumbrados aunque no por ello peor. Los trabajadores de los Servicios Públicos y los traductores/intérpretes estamos ahí para cubrir las necesidades de los usuarios, que en este caso son los mismos, así que tenemos una razón lo suficientemente de peso como para colaborar entre nosotros así que en vez de preguntar "¿por qué no quieres ser mi amigo?", es mejor decir "¡vamos a ser amigos!"

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